10 Me enteré también de que ya no se entregaban las raciones de los
levitas, por lo que ellos se habían marchado cada uno a su campo -
los
levitas y los cantores encargados del servicio -.
11 Reprendí por ello a los consejeros diciéndoles: «¿Por qué ha sido
abandonada la Casa de Dios?» Luego los reuní de nuevo y los restablecí en
sus puestos.
12 Y todo Judá trajo a los almacenes el diezmo del trigo, del vino y
del aceite.