24 De sus hijos, la mitad hablaban asdodeo o la lengua de uno u otro
pueblo, pero no sabían ya hablar judío.
25 Yo les reprendí y les maldije, hice azotar a algunos de ellos y
arrancarles los cabellos, y los conjuré en nombre de Dios: «¡No debéis dar
vuestras hijas a sus hijos ni tomar ninguna de sus hijas por mujeres ni para
vuestros hijos ni para vosotros mismos!
26 ¿No pecó en esto Salomón, rey de Israel? Entre tantas naciones no
había un rey semejante a él; era amado de su Dios; Dios le había hecho rey
de todo Israel. Y también a él le hicieron pecar las mujeres extranjeras.