12 Luego me levanté de noche con unos pocos hombres, sin
comunicar a nadie lo que mi Dios me había inspirado que hiciera por
Jerusalén, y sin llevar conmigo más que la cabalgadura en que iba montado.
13 Saliendo, pues, de noche por la puerta del Valle, me dirigí hacia la
Fuente del Dragón y hacia la puerta del Muladar: inspeccioné la muralla de
Jerusalén por donde tenía brechas, y las puertas que habían sido devoradas