9 Me dirigí, pues, a los gobernadores de Transeufratina y les entregué
las cartas del rey. El rey me había hecho escoltar por oficiales del ejército y
gente de a caballo.
10 Al enterarse de ello Samballat el joronita y Tobías el servidor
ammonita, les sentó muy mal que alguien viniera a procurar el bienestar de
los israelitas.
11 Llegué a Jerusalén y me quedé allí tres días.
12 Luego me levanté de noche con unos pocos hombres, sin
comunicar a nadie lo que mi Dios me había inspirado que hiciera por
Jerusalén, y sin llevar conmigo más que la cabalgadura en que iba montado.