4 El escriba Esdras estaba de pie sobre un estrado de
madera
levantado para esta ocasión; junto a él estaban: a su derecha,
Matitías,
Semá, Anaías, Urías, Jilquías y Maaseías, y a su izquierda, Pedaías, Misael,
Malkías, Jasum, Jasbaddaná, Zacarías y Mesul-lam.
5 Esdras abrió el libro a los ojos de todo el pueblo - pues estaba más
alto que todo el pueblo - y al abrirlo, el pueblo entero se puso en pie.
6 Esdras bendijo a Yahveh, el Dios grande; y todo el pueblo, alzando
las manos, respondió: «¡Amén! ¡Amén!»; e inclinándose se postraron ante
Yahveh, rostro en tierra.
7 (Josué, Baní, Serebías, Yamín, Aqcub, Sabtay, Hodiyías, Maaseías,
Quelitá, Azarías, Yozabad, Janán, Pelaías, que eran levitas, explicaban
la
Ley al pueblo que seguía en pie.)
8 Y Esdras leyó en el libro de la Ley de Dios,
aclarando e
interpretando el sentido, para que comprendieran la lectura.
9 Entonces (Nehemías - el Gobernador - y) Esdras, el sacerdote
escriba (y los levitas que explicaban al pueblo) dijeron a todo el
pueblo:
«Este día está consagrado a Yahveh vuestro Dios; no estéis tristes ni
lloréis»; pues todo el pueblo lloraba al oír las palabras de la Ley.
10 Díjoles también: «Id y comed manjares grasos, bebed bebidas
dulces y mandad su ración a quien no tiene nada preparado. Porque este día
está consagrado a nuestro Señor. No estéis tristes: la alegría de Yahveh es
vuestra fortaleza.»
11 También los levitas tranquilizaban al pueblo diciéndole: «Callad:
este día es santo. No estéis tristes.»
12 Y el pueblo entero se fue a comer y beber, a repartir raciones
y
hacer gran festejo, porque habían comprendido las palabras que les habían
enseñado.
13 El segundo día los cabezas de familia de todo el pueblo, los
sacerdotes y levitas se reunieron junto al escriba Esdras para
comprender
las palabras de la Ley.
14 Y encontraron escrito en la Ley que Yahveh había mandado por
medio de Moisés que los hijos de Israel habitaran en cabañas durante
la
fiesta del séptimo mes.