Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Números 11, 2-16

2 El pueblo clamó a Moisés y Moisés intercedió ante Yahveh, y el
fuego se apagó.

3 Por eso se llamó aquel lugar Taberá, porque había ardido contra
ellos el fuego de Yahveh.

4 La chusma que se había mezclado al pueblo se dejó llevar de su
apetito. También los israelitas volvieron a sus llantos diciendo: «¿Quién nos
dará carne para comer?

5 ¡Cómo nos acordamos del pescado que comíamos de balde en
Egipto, y de los pepinos, melones, puerros, cebollas y ajos!

6 En cambio ahora tenemos el alma seca. No hay de nada. Nuestros
ojos no ven más que el maná.»

7 El maná era como la semilla del cilantro; su aspecto era como el del
bedelio.

8 El pueblo se desparramaba para recogerlo; lo molían en la muela o
lo majaban en el mortero; luego lo cocían en la olla y hacían con él tortas.
Su sabor era parecido al de una torta de aceite.

9 Cuando, por la noche, caía el rocío sobre el campamento, caía
también sobre él el maná.

10 Moisés oyó llorar al pueblo, cada uno en su familia, a la puerta de
su tienda. Se irritó mucho la ira de Yahveh. A Moisés le pareció mal,

11 y le dijo a Yahveh: «¿Por qué tratas mal a tu siervo? ¿Por qué no
he hallado gracia a tus ojos, para que hayas echado sobre mí la
carga de
todo este pueblo?

12 ¿Acaso he sido yo el que ha concebido a todo este pueblo y lo ha
dado a luz, para que me digas: “Llévalo en tu regazo, como lleva la nodriza
al niño de pecho, hasta la tierra que prometí con juramento a sus padres?”

13 ¿De dónde voy a sacar carne para dársela a todo este pueblo, que
me llora diciendo: Danos carne para comer?

14 No puedo cargar yo solo con todo este pueblo: es demasiado
pesado para mí.

15 Si vas a tratarme así, mátame, por favor, si he hallado gracia a tus
ojos, para que no vea más mi desventura.»

16 Yahveh respondió a Moisés: «Reúneme setenta ancianos de Israel,
de los que sabes que son ancianos y escribas del pueblo. Llévalos a
la
Tienda del Encuentro y que estén allí contigo.