13 por la tribu de Aser, Setur, hijo de Miguel;
14 por la tribu de Neftalí, Najbí, hijo de Vafsí;
15 por la tribu de Gad, Gueuel, hijo de Makí.
16 Esos son los nombres de los que envió Moisés a explorar el país.
Pero a Hosea, hijo de Nun, Moisés le llamo Josué.
17 Moisés los envió a explorar el país de Canaán, y les dijo: «Subid
ahí al Négueb y después subiréis a la montaña.
18 Reconoced el país, a ver qué tal es, y el pueblo que lo habita, si es
fuerte o débil, escaso o numeroso;
19 y qué tal es el país en que viven, bueno o malo; cómo son las
ciudades en que habitan, abiertas o fortificadas;
20 y cómo es la tierra, fértil o pobre, si tiene árboles o no. Tened valor
y traed algunos productos del país.» Era el tiempo de las primeras uvas.
21 Subieron y exploraron el país, desde el desierto de Sin hasta Rejob,
a la Entrada de Jamat.
22 Subieron por el Négueb y llegaron hasta Hebrón, donde residían
Ajimán, Sesay y Talmay, los descendientes de Anaq. Hebrón había sido
fundada siete años antes que Tanis de Egipto.
23 Llegaron al Valle de Eskol y cortaron allí un sarmiento con un
racimo de uva, que transportaron con una pértiga entre dos, y también
granadas e higos.
24 Al lugar aquél se le llamó Valle de Eskol, por el racimo que
cortaron allí los israelitas.
25 Al cabo de cuarenta días volvieron de explorar la tierra.
26 Fueron y se presentaron a Moisés, a Aarón y a toda la comunidad
de los israelitas, en el desierto de Parán, en Cadés. Les hicieron una relación
a ellos y a toda la comunidad, y les mostraron los productos del país.
27 Les contaron lo siguiente: «Fuimos al país al que nos enviaste, y en
verdad que mana leche y miel; éstos son sus productos.
28 Sólo que el pueblo que habita en el país es poderoso; las ciudades,
fortificadas y muy grandes; hasta hemos visto allí descendientes de Anaq.
29 El amalecita ocupa la región del Négueb; el hitita, el amorreo y el
jebuseo ocupan la montaña; el cananeo, la orilla del mar y la
ribera del
Jordán.»
30 Caleb acalló al pueblo delante de Moisés, diciendo: «Subamos, y
conquistaremos el país, porque sin duda podremos con él.»
31 Pero los hombres que habían ido con él dijeron: «No podemos
subir contra ese pueblo, porque es más fuerte que nosotros.»
32 Y empezaron a hablar mal a los israelitas del país que habían
explorado, diciendo: «El país que hemos recorrido y explorado es un país
que devora a sus propios habitantes. Toda la gente que hemos visto allí es
gente alta.
33 Hemos visto también gigantes, hijos de Anaq, de la raza de los
gigantes. Nosotros nos teníamos ante ellos como saltamontes, y eso mismo
les parecíamos a ellos.»