28 Sólo que el pueblo que habita en el país es poderoso; las ciudades,
fortificadas y muy grandes; hasta hemos visto allí descendientes de Anaq.
29 El amalecita ocupa la región del Négueb; el hitita, el amorreo y el
jebuseo ocupan la montaña; el cananeo, la orilla del mar y la
ribera del
Jordán.»