24 Pero a mi siervo Caleb, ya que fue animado de otro espíritu y me
obedeció puntualmente, le haré entrar en la tierra donde estuvo, y su
descendencia la poseerá.
25 El amalecita y el cananeo habitan en el llano. Mañana, volveos y
partid para el desierto, camino del mar de Suf.»