31 y a vuestros pequeñuelos, de los que dijisteis que caerían en
cautiverio, los introduciré, y conocerán la tierra que vosotros
habéis
despreciado.
32 Vuestros cadáveres caerán en este desierto,
33 y vuestros hijos serán nómadas cuarenta años en el desierto,
cargando con vuestra infidelidad, hasta que no falte uno solo de
vuestros
cadáveres en el desierto.
34 Según el número de los días que empleasteis en explorar el país,
cuarenta días, cargaréis cuarenta años con vuestros pecados, un año
por
cada día. Así sabréis lo que es apartarse de mí.
35 Yo, Yahveh, he hablado. Eso es lo que haré con toda esta
comunidad perversa, amotinada contra mí. En este desierto no quedará uno:
en él han de morir.»
36 Los hombres que había enviado Moisés a explorar la tierra, que al
volver habían incitado a toda la comunidad a murmurar
contra él,
poniéndose a hablar mal del país,
37 aquellos hombres que habían hablado mal del país, cayeron
muertos delante de Yahveh.
38 En cambio, Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Yefunné,
sobrevivieron de entre los hombres que habían ido a explorar la tierra.
39 Refirió Moisés estas palabras a todos los israelitas y se afligió
mucho el pueblo.
40 Madrugaron y subieron a la cumbre del monte, diciendo: «Vamos a
subir a ese lugar respecto del cual ha dicho Yahveh que hemos pecado.»
41 Moisés les respondió: «¿Por qué hacéis eso, pasando por encima de
la orden de Yahveh? Eso no tendrá buen éxito.
42 No subáis, porque Yahveh no está en medio de vosotros, no vayáis
a ser derrotados frente a vuestros enemigos.
43 Porque el amalecita y el cananeo están allí contra vosotros, y
caeréis a filo de espada, pues después de haber abandonado vosotros
a
Yahveh, Yahveh no está con vosotros.»