13 ¿Te parece poco habernos sacado de una tierra que mana leche y
miel para hacernos morir en el desierto, que todavía te eriges como príncipe
sobre nosotros?
14 No nos has traído a ningún país que mana leche y miel, ni nos has
dado una herencia de campos y vergeles. ¿Pretendes cegar los ojos de estos
hombres? ¡No iremos!»
15 Moisés se enojó mucho y dijo a Yahveh: «No mires a su oblación.
Yo no les he quitado ni un solo asno, ni le he hecho mal a
ninguno de
ellos.»
16 Dijo Moisés a Coré: «Tú y toda tu cuadrilla presentaos mañana
delante de Yahveh: tú, ellos y Aarón.
17 Que tome cada uno su incensario, le ponga incienso y lo presente
delante de Yahveh; cada uno su incensario: 250 incensarios en total.
Tú
también, y Aarón, presentad cada uno vuestro incensario.»
18 Tomaron cada uno su incensario, le pusieron fuego, le echaron
incienso y se presentaron a la entrada de la Tienda del Encuentro, lo mismo
que Moisés y Aarón.
19 Coré convocó ante éstos a toda la comunidad a la puerta de la
Tienda del Encuentro y se apareció la gloria de Yahveh a
toda la
comunidad.
20 Habló Yahveh a Moisés y Aarón y les dijo:
21 «Apartaos de esa comunidad, que los voy a devorar en un
instante.»
22 Ellos cayeron rostro en tierra y clamaron: «Oh Dios, Dios de los
espíritus de toda carne: un solo hombre ha pecado, ¿y te enojas con toda la
comunidad?»