7 ponedles fuego y mañana les echaréis incienso ante Yahveh. Aquel a
quien elija Yahveh, será el consagrado; ¡esto ya pasa de la raya, hijos de
Leví!»
8 Dijo Moisés a Coré: «Oídme, hijos de Leví.
9 ¿Os parece poco que el Dios de Israel os haya apartado de la
comunidad de Israel para ponerlos junto a sí, prestar el servicio a la Morada
de Yahveh y estar al frente de la comunidad atendiendo al culto en lugar de
ella?
10 Te ha puesto junto a sí, a ti y a todos tus hermanos, los hijos de
Leví, y ¡todavía se os ha antojado el sacerdocio!
11 Por eso, contra Yahveh os habéis amotinado, tú y toda tu cuadrilla;
porque ¿quién es Aarón, para que murmuréis contra él?»
12 Mandó Moisés llamar a Datán y Abirón, hijos de Eliab. Pero ellos
respondieron: «No queremos ir.
13 ¿Te parece poco habernos sacado de una tierra que mana leche y
miel para hacernos morir en el desierto, que todavía te eriges como príncipe
sobre nosotros?
14 No nos has traído a ningún país que mana leche y miel, ni nos has
dado una herencia de campos y vergeles. ¿Pretendes cegar los ojos de estos
hombres? ¡No iremos!»
15 Moisés se enojó mucho y dijo a Yahveh: «No mires a su oblación.
Yo no les he quitado ni un solo asno, ni le he hecho mal a
ninguno de
ellos.»
16 Dijo Moisés a Coré: «Tú y toda tu cuadrilla presentaos mañana
delante de Yahveh: tú, ellos y Aarón.
17 Que tome cada uno su incensario, le ponga incienso y lo presente
delante de Yahveh; cada uno su incensario: 250 incensarios en total.
Tú
también, y Aarón, presentad cada uno vuestro incensario.»