6 Al día siguiente, murmuró toda la comunidad de los israelitas contra
Moisés y Aarón, diciendo: «Vosotros habéis matado al pueblo de Yahveh.»
7 Como se amotinaba la comunidad contra Moisés y Aarón, se
volvieron éstos hacia la Tienda del Encuentro. Y vieron que la Nube
la
había cubierto y se había aparecido la gloria de Yahveh.
8 Moisés y Aarón se llegaron hasta delante de la Tienda
del
Encuentro.
9 Yahveh habló a Moisés y le dijo:
10 «Alejaos de esa comunidad, que voy a consumirlos en un instante.»
Ellos cayeron rostro en tierra.
11 Dijo entonces Moisés a Aarón: «Toma el incensario, ponle fuego
del que hay sobre el altar, echa incienso y vete rápidamente donde
la
comunidad a expiar por ellos. Porque ha salido ya la Cólera de la presencia
de Yahveh y ha comenzado la Plaga.»
12 Aarón lo tomó como le había dicho Moisés y corrió a ponerse en
medio de la asamblea; la Plaga había comenzado ya en el pueblo. Echó el
incienso e hizo la expiación por el pueblo.
13 Se plantó entre los muertos y los vivos, y la Plaga se detuvo.
14 Los muertos por aquella plaga fueron 14.700, sin contar los que
murieron por causa de Coré.
15 Luego Aarón se volvió donde Moisés a la puerta de la Tienda del
Encuentro: había cesado ya la Plaga.
16 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
17 «Habla a los israelitas. Que te den una rama por cada familia
paterna: que entre todos los principales, en representación de sus
familias
paternas, de den doce ramas. Y escribe el nombre de cada uno en su rama.
18 En la rama de Leví escribe el nombre de Aarón, pues ha de haber
también una rama para el jefe de la familia de Leví.
19 Las depositarás en la Tienda del Encuentro, delante del
Testimonio, donde me suelo manifestar a ti.
20 El hombre cuya rama retoñe, será el que yo elijo. Así dejarán de
llegar hasta mí las murmuraciones que los israelitas profieren contra
vosotros.»
21 Moisés habló a los israelitas, y cada uno de los principales le dio
una rama, doce ramas, en representación de todas las familias
paternas.
Entre sus ramas estaba también la rama de Aarón.
22 Moisés depositó las ramas delante de Yahveh en la Tienda del
Testimonio.
23 Al día siguiente, cuando entró Moisés en la Tienda del Testimonio,
vio que había retoñado la rama de Aarón, por la casa de Leví: le
habían
brotado yemas, había florecido y había producido almendras.
24 Moisés sacó todas las ramas de la presencia de Yahveh, ante los
israelitas; las vieron, y tomaron cada uno su rama.
25 Entonces dijo Yahveh a Moisés: «Vuelve a poner la rama de Aarón
delante del Testimonio, para guardarla como señal para los rebeldes:
acabará con las murmuraciones, que no llegarán ya hasta mí, y así no
morirán.»
26 Moisés lo hizo así; como le había mandado Yahveh lo hizo.
27 Dijeron los israelitas a Moisés: «¡Estamos perdidos! ¡Hemos
perecido! ¡Todos hemos perecido!
28 Cualquiera que se acerca a la Morada de Yahveh, muere. ¿Es que
vamos a perecer hasta no quedar uno?»