16 Los harás rescatar al mes de nacidos, valorándolos en cinco siclos
de plata, en siclos del santuario, que son de veinte óbolos.
17 Pero al primogénito de vaca, o de oveja, o de cabra, no lo
rescatarás: es sagrado. Derramarás su sangre sobre el altar y su
grasa la
harás arder como manjar abrasado de calmante aroma para Yahveh.
18 Su carne será para ti, así como el pecho del rito del mecimiento y la
pierna derecha.