16 Todo el que toque, en pleno campo, a un muerto a espada, o a un
muerto, o huesos de hombre, o una sepultura, será impuro siete días.
17 Se tomará para el impuro ceniza de la víctima inmolada en
sacrificio por el pecado, y se verterá encima agua viva de una vasija.
18 Un hombre puro tomará el hisopo, lo mojará en agua y rociará la
tienda y todos los objetos y personas que había en ella, e igualmente al que
tocó los huesos o al asesinado, o al muerto, o la sepultura.
19 El hombre puro rociará al impuro los días tercero y séptimo: el
séptimo día le habrá limpiado de su pecado. Lavará el impuro sus vestidos,
se lavará con agua, y será puro por la tarde.
20 Pero el hombre que quedó impuro y no se purificó, ése será
extirpado de la asamblea, pues ha manchado el santuario de Yahveh.
Las
aguas lustrales no han corrido sobre él: es un impuro.