18 Un hombre puro tomará el hisopo, lo mojará en agua y rociará la
tienda y todos los objetos y personas que había en ella, e igualmente al que
tocó los huesos o al asesinado, o al muerto, o la sepultura.
19 El hombre puro rociará al impuro los días tercero y séptimo: el
séptimo día le habrá limpiado de su pecado. Lavará el impuro sus vestidos,
se lavará con agua, y será puro por la tarde.