12 Partieron de allí y acamparon en el torrente de Zered.
13 De allí partieron y acamparon más allá del Arnón. Este estaba en el
desierto y salía del territorio de los amorreos, pues el Arnón hacía
de
frontera de Moab, entre moabitas y amorreos.
14 Por eso se dice en el libro de las Guerras de Yahveh: ...
Vaheb,
cerca de Sufá y el torrente del Arnón,
15 y el declive del torrente que corre hacia la región de Ar y se apoya
en la frontera de Moab.
16 Y de allí fueron a Beer - Este es el pozo a propósito del cual dijo
Yahveh a Moisés: «Reúne al pueblo y les daré agua.»
17 Entonces Israel entonó este cántico: Sobre el Pozo. Cantadle,
18 Pozo que cavaron Príncipes, que excavaron los jefes del pueblo,
con el cetro, con sus bastones. - Y del desierto a Mattaná,
19 de Mattaná a Najaliel, de Najaliel a Bamot,
20 y de Bamot al valle que está en el campo de Moab, hacia la cumbre
del Pisgá, que domina la parte del desierto.
21 Israel envió mensajeros a decir a Sijón, rey de los amorreos:
22 «Quisiera pasar por tu tierra. No me desviaré por campos y
viñedos, ni beberé agua de pozo. Seguiremos el camino real hasta
que
crucemos tus fronteras.»
23 Pero Sijón negó a Israel el paso por su territorio; reunió toda
su
gente y salió al desierto, al encuentro de Israel, hasta Yahás, donde atacó a
Israel.
24 Pero Israel le hirió a filo de espada y se apoderó de su tierra, desde
el Arnón hasta el Yabboq, hasta los límites de los hijos de Ammón, porque
Yazer estaba en la frontera de los hijos de Ammón.
25 Israel tomó todas aquellas ciudades. Ocupó Israel todos los pueblos
de los amorreos, Jesbón y todas sus aldeas.
26 Porque Jesbón era la ciudad de Sijón, rey de los amorreos. Este
había combatido al primer rey de Moab, y le había quitado toda su
tierra
hasta el Arnón.
27 Por eso dicen los trovadores: ¡Venid a Jesbón, que sea construida,
fortificada, la ciudad de Sijón!
28 Porque fuego ha salido de Jesbón, una llama de la ciudad de Sijón:
ha devorado Ar Moab, ha tragado las alturas del Arnón.
29 ¡Ay de ti, Moab!, perdido estás, pueblo de Kemós. Entrega sus
hijos a la fuga y sus hijas al cautiverio, en manos de Sijón, el rey amorreo.
30 Su posteridad ha perecido, desde Jesbón hasta Dibón, y hemos
dado fuego desde Nofaj hasta Mádaba.
31 Israel se estableció en la tierra de los amorreos.
32 Moisés mandó a explorar Yazer y la tomaron junto con sus aldeas
despojando al amorreo que vivía allí.