3 Esas ciudades serán su morada, y sus pastos serán para sus bestias,
su ganado y todos sus animales.
4 Los pastos de las ciudades que cedáis a los levitas comprenderán mil
codos alrededor de la ciudad, a contar desde las murallas.
5 Mediréis, fuera de la ciudad, 2000 codos a oriente, 2000 codos a
mediodía, 2000 codos a occidente y 2000 codos al norte, teniendo la ciudad
como centro. Estos serán los pastos de las ciudades.
6 Las ciudades que daréis a los levitas serán las seis de asilo,
que
cederéis para que se pueda refugiar en ellas el homicida, y además
les
daréis otras 42 ciudades.
7 El total de ciudades que daréis a los levitas será 48 ciudades, todas
ellas con sus pastos.
8 Estas ciudades que cederéis de la propiedad de los israelitas, las
tomaréis en mayor número del grande y en menor del pequeño; cada uno
cederá ciudades a los levitas en proporción a la herencia que le
haya
tocado.»
9 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
10 «Habla a los israelitas y diles: Cuando paséis el Jordán hacia la
tierra de Canaán,
11 encontraréis ciudades de las que haréis ciudades de asilo: en ellas
se refugiará el homicida, el que ha herido a un hombre por inadvertencia.
12 Esas ciudades os servirán de asilo contra el vengador; no debe
morir el homicida hasta que comparezca ante la comunidad para ser
juzgado.
13 De las ciudades que les cedáis, seis ciudades serán de asilo:
14 tres ciudades les cederéis al otro lado del Jordán y tres ciudades en
el país de Canaán; serán ciudades de asilo.
15 Las seis ciudades serán de asilo tanto para los israelitas como para
el forastero y para el huésped que viven en medio de vosotros, para que se
pueda refugiar en ellas todo aquel que haya matado a un hombre por
inadvertencia.
16 Pero si le ha herido con un instrumento de hierro, y muere, es un
homicida. El homicida debe morir.
17 Si le hiere con una piedra como para causar la muerte con ella, y
muere, es homicida. El homicida debe morir.
18 Si le hiere con un instrumento de madera como para matarle, y
muere, es un homicida. El homicida debe morir.
19 El mismo vengador de la sangre dará muerte al homicida: en
cuanto le encuentre, lo matará.
20 Si el homicida lo ha matado por odio, o le ha lanzado algo con
intención, y muere,
21 o si por enemistad le ha golpeado con las manos, y muere, el que le
ha herido tiene que morir: es un homicida. El vengador de la sangre dará
muerte al homicida en cuanto le encuentre.
22 Pero si lo derribó de casualidad y sin enemistad, o le lanzó
cualquier objeto sin ninguna mala intención,
23 o le tiró, sin verle, una piedra capaz de matarle, y le causó
la
muerte, sin que fuera su enemigo ni buscara su daño,
24 la comunidad juzgará entre el homicida y el vengador de la sangre
según estas normas,
25 y salvará la comunidad al homicida de la mano del vengador de la
sangre. Le hará volver la comunidad a la ciudad de asilo en la
que se
refugió y en ella vivirá hasta que muera el Sumo Sacerdote ungido con el
óleo santo.