8 Serán destruidos los altos de Aven, el pecado de Israel. Espinas
y
zarzas treparán por sus altares. Dirán entonces a los montes: «¡Cubridnos!»
y a las colinas: «¡Caed sobre nosotros!»
9 Desde los días de Guibeá, has pecado, Israel, ¡allí se han plantado!
¿No los alcanzará en Guibeá la guerra, a los hijos de la injusticia?
10 Voy a venir a visitarlos, y se aliarán pueblos contra ellos, cuando
sean visitados por su doble culpa.
11 Efraím era una novilla domesticada, que gustaba de la trilla; yo
pasé el yugo sobre su hermoso cuello; uncí el carro a Efraím, Judá araba,
Jacob rastrillaba.