1 Cuando Israel era niño, yo le amé, y de Egipto llamé a mi hijo.
2 Cuanto más los llamaba, más se alejaban de mí: a los Baales
sacrificaban, y a los ídolos ofrecían incienso.
3 Yo enseñé a Efraím a caminar, tomándole por los brazos, pero ellos
no conocieron que yo cuidaba de ellos.
4 Con cuerdas humanas los atraía, con lazos de amor, y era para ellos
como los que alzan a un niño contra su mejilla, me inclinaba hacia él y le
daba de comer.