9 Y Efraím dice: «Sí, me he enriquecido, me ha fraguado una
fortuna.» ¡Ninguna de sus ganancias se hallará, por el pecado de que se ha
hecho culpable!
10 Yo soy Yahveh, tu Dios, desde el país de Egipto: aún te haré morar
en tiendas como en los días del Encuentro;
11 hablaré a los profetas, multiplicaré las visiones, y por medio de los
profetas hablaré en parábolas.
12 Si Galaad es iniquidad, ellos no son más que mentira. En Guilgal
sacrifican toros; por eso sus altares serán como escombros sobre los surcos
de los campos.
13 Huyó Jacob a la campiña de Aram, sirvió Israel por una mujer, por
una mujer guardó rebaños.
14 Por un profeta subió Yahveh a Israel de Egipto, y por un profeta
fue guardado.
15 Efraím le ha irritado amargamente: él dejará su sangre sobre él, su
Señor le pagará su agravio.