16 Por eso yo voy a seducirla; la llevaré al desierto y hablaré a
su
corazón.
17 Allí le daré sus viñas, el valle de Akor lo haré puerta de esperanza;
y ella responderá allí como en los días de su juventud, como el día en que
subía del país de Egipto.
18 Y sucederá aquel día - oráculo de Yahveh - que ella me llamará:
«Marido mío», y no me llamará más: «Baal mío.»
19 Yo quitaré de su boca los nombres de los Baales, y no se mentarán
más por su nombre.