...la Biblia de Jerusalén
Oseas 7, 2-11
2 Y no se dicen en su corazón que yo me acuerdo de toda su maldad.
Ahora les envuelven sus obras, ante mi rostro están.
3 Con su maldad recrean al rey, con sus mentiras a los príncipes.
4 Todos ellos, adúlteros, son como un horno ardiente, que el panadero
deja de atizar desde que amasa la pasta hasta que fermenta.
5 En el día de nuestro rey los príncipes enferman por el ardor del vino,
¡y aquél tiende la mano a chocarreros!
6 Cuando acechan, su corazón es como un horno en sus intrigas: toda
la noche duerme el panadero, y a la mañana él quema con fuego llameante.
7 Todos están calientes como un horno, y devoran a sus propios
jueces. Todos sus reyes han caído, y ninguno entre ellos clama a mí.
8 Efraím se mezcla con los pueblos, Efraím es una torta a la que no se
ha dado vuelta.
9 Extranjeros devoran su fuerza, ¡y él no lo sabe! Ya las canas
blanquean en él, ¡y él no lo sabe!
10 El orgullo de Israel testifica contra él, pero no se vuelven a Yahveh
su Dios, con todo esto, no le buscan.
11 Efraím es cual ingenua paloma, sin cordura; llaman a Egipto,
acuden a Asiria.