4 Han puesto reyes sin contar conmigo, han puesto príncipes sin
saberlo yo. Con su plata y su oro se han hecho ídolos,
¡para ser
encarcelados!
5 ¡Tu becerro repele, Samaria! Mi cólera se ha inflamado contra ellos:
¿hasta cuándo no podrán purificarse?
6 Porque viene de Israel, un artesano ha hecho eso, y eso no es Dios.
Sí, quedará hecho trizas el becerro de Samaria.
7 Pues que viento siembran, segarán tempestad: tallo que no tendrá
espiga, que no dará harina; y si la da, extranjeros la tragarán.
8 ¡Tragado ha sido Israel! Están ahora entre las naciones como un
objeto que nadie quiere.
9 Porque han subido a Asiria, ese onagro solitario; Efraím se ha
comprado amores;
10 aunque los compre entre las naciones, yo los voy a reunir ahora y
pronto sufrirán bajo la carga del rey de príncipes.
11 Efraím ha multiplicado los altares para pecar, sólo para pecar le
han servido los altares.
12 Aunque yo escriba para él las excelencias de mi ley, por cosa
extraña se las considera.
13 ¡Ya pueden ofrecer sacrificios en mi honor, y comerse la carne!
Yahveh no los acepta; ahora recordará sus culpas y visitará sus
pecados:
ellos volverán a Egipto.