13 Efraím, tal lo he visto, era como Tiro plantada en la pradera, pero
Efraím tendrá que sacar sus hijos al verdugo.
14 Dales, Yahveh..., ¿qué les darás? ¡Dales seno que aborte y pechos
secos!
15 Toda su maldad apareció en Guilgal, sí, allí les cobré odio. Por la
maldad de sus acciones, de mi Casa los expulsaré; ya no he de amarlos más:
rebeldes son todos sus príncipes.
16 Efraím ha sido herido, su raíz está seca, ya no darán fruto. Aunque
den a luz, yo haré morir el tesoro de su seno.