...la Biblia de Jerusalén
Proverbios 1, 4-19
4 para enseñar a los simples la prudencia, a los jóvenes ciencia y
reflexión,
5 Que atienda el sabio y crecerá en doctrina, y el inteligente aprenderá
a hacer proyectos.
6 para descifrar proverbios y enigmas, los dichos de los sabios y sus
adivinanzas.
7 El temor de Yahveh es el principio de la ciencia; los necios
desprecian la sabiduría y la instrucción.
8 Escucha, hijo mío, la instrucción de tu padre y no desprecies la
lección de tu madre:
9 corona graciosa son para tu cabeza y un collar para tu cuello.
10 Hijo mío, si los pecadores te quieren seducir, no vayas.
11 Si te dicen: «¡Vente con nosotros, estemos al acecho para derramar
sangre, apostémonos contra el inocente sin motivo alguno,
12 devorémoslos vivos como el seol, enteros como los que bajan a la
fosa!;
13 ¡hallaremos toda clase de riquezas, llenaremos nuestras casas de
botín,
14 te tocará tu parte igual que a nosotros, para todos habrá bolsa
común!»:
15 no te pongas, hijo mío, en camino con ellos, tu pie detén ante su
senda,
16 = porque sus pies corren hacia el mal y a derramar sangre se
apresuran; =
17 pues es inútil tender la red a los ojos mismos de los pajarillos.
18 Contra su propia sangre están acechando, apostados están contra
sus propias vidas.
19 Esa es la senda de todo el que se entrega a la rapiña: ella quita la
vida a su propio dueño.