...la Biblia de Jerusalén
Proverbios 14, 10-23
10 El corazón conoce su propia amargura, y con ningún extraño
comparte su alegría.
11 La casa de los malos será destruida, la tienda de los rectos
florecerá.
12 Hay caminos que parecen rectos, pero, al cabo, son caminos de
muerte.
13 También en el reír padece el corazón, y al cabo la alegría es dolor.
14 El perverso de corazón está satisfecho de su conducta, y el hombre
de bien, de sus obras.
15 El simple cree cuanto se dice, el cauto medita sus propios pasos.
16 El sabio teme el mal y de él se aparta, el necio es presuntuoso y
confiado.
17 El de genio pronto, hace necedades, el hombre artero es odiado.
18 La herencia de los simples es la necedad, los cautos son coronados
de ciencia.
19 Los malos se postran ante los buenos, los malvados a la puerta de
los justos.
20 Incluso a su vecino es odioso el pobre, pero son muchos los amigos
del rico.
21 Quien desprecia a su vecino comete pecado; dichoso el que tiene
piedad de los pobres.
22 ¿No andan extraviados los que planean el mal?; amor y lealtad a
los que planean el bien.
23 Todo trabajo produce abundancia, la charlatanería sólo indigencia.