...la Biblia de Jerusalén
Proverbios 15, 1-25
1 Una respuesta suave calma el furor, una palabra hiriente aumenta la
2 La lengua de los sabios hace agradable la ciencia, la boca de
los
insensatos esparce necedad.
3 En todo lugar, los ojos de Yahveh, observando a los malos y a los
buenos.
4 Lengua mansa, árbol de vida, lengua perversa rompe el alma.
5 El tonto desprecia la corrección de su padre; quien sigue
la
reprensión es cauto.
6 La casa del justo abunda en riquezas, en las rentas del malo no falta
inquietud.
7 Los labios de los sabios siembran ciencia, pero no así el corazón de
los necios.
8 Yahveh abomina el sacrificio de los malos; la oración de los rectos
alcanza su favor.
9 Yahveh abomina el camino malo; y ama al que va tras la justicia.
10 Corrección severa a quien deja el camino; el que odia la reprensión
perecerá.
11 Seol y Perdición están ante Yahveh: ¡cuánto más los corazones de
los hombres!
12 El arrogante no quiere ser reprendido, no va junto a los sabios.
13 Corazón alegre hace buena cara, corazón en pena deprime el
espíritu.
14 Corazón inteligente busca la ciencia, los labios de los necios se
alimentan de necedad.
15 Todos los días del pobre son malos, para el corazón dichoso,
banquetes sin fin.
16 Mejor es poco con temor de Yahveh, que gran tesoro con
inquietud.
17 Más vale un plato de legumbres, con cariño, que un buey cebado,
con odio.
18 El hombre violento provoca disputas, el tardo a la ira aplaca las
querellas.
19 El camino del perezoso es como un seto de espinos. la senda de los
rectos es llana.
20 El hijo sabio es la alegría de su padre, el hombre necio desprecia a
su madre.
21 La necedad alegra al insensato, el hombre inteligente camina en
derechura.
22 Donde no hay consultas, los planes fracasan; con muchos
consejeros, se llevan a cabo.
23 El hombre halla alegría en la respuesta de su boca; una palabra a
tiempo, ¡qué cosa más buena!
24 Camino de la vida, hacia arriba, para el sabio, para que se aparte
del seol, que está abajo.
25 La casa de los soberbios la destruye Yahveh, y mantiene en pie los
linderos de la viuda.