...la Biblia de Jerusalén
Proverbios 19, 7-22
7 Los hermanos del pobre le odian todos, ¡cuánto más se alejarán de él
los amigos! Persigue palabras, pero no hay.
8 El que adquiere cordura se ama a sí mismo, el que sigue la
prudencia, hallará la dicha.
9 El testigo falso no quedará impune, el que profiere
mentiras
perecerá.
10 No sienta bien al necio vivir en delicias, y menos al siervo dominar
a los príncipes.
11 La prudencia del hombre domina su ira, y su gloria es dejar pasar
una ofensa.
12 Como rugido de león la indignación del rey, su favor, como rocío
sobre la hierba.
13 El hijo necio, calamidad para su padre, goteo sin fin las querellas
de mujer.
14 Casa y fortuna se heredan de los padres, mujer prudente viene de
Yahveh.
15 La pereza hunde en el sopor, el alma indolente pasará hambre.
16 Quien guarda los mandatos se guarda a sí mismo, quien desprecia
sus caminos morirá.
17 Quien se apiada del débil, presta a Yahveh, el cual le dará su
recompensa.
18 Mientras hay esperanza corrige a tu hijo, pero no te excites hasta
hacerle morir.
19 El iracundo carga con la multa; pues si le perdonas, se la tendrás
que aumentar.
20 Escucha el consejo, acoge la corrección, para llegar, por fin, a ser
sabio.
21 Muchos proyectos en el corazón del hombre, pero sólo el plan de
Yahveh se realiza.
22 Lo que se desea en un hombre es la bondad, más vale un pobre que
un mentiroso.