...la Biblia de Jerusalén
Proverbios 21, 24-30
24 Al insolente y altivo se le llama: «arrogante»; actúa en el exceso de
su insolencia.
25 El deseo del perezoso le lleva a la muerte, porque sus manos
rehúsan el trabajo.
26 Todo el día está el malo codicioso; pero el justo da sin rehusar
jamás.
27 El sacrificio de los malos es abominable, sobre todo si se ofrece
con mala intención.
28 El testigo falso perecerá, el hombre que escucha, por siempre podrá
hablar.
29 El hombre malo se muestra atrevido, el recto afianza su camino.
30 No hay sabiduría, ni hay prudencia ni hay consejo, delante de
Yahveh.