...la Biblia de Jerusalén
Proverbios 23, 31-35
31 No mires el vino: ¡Qué buen color tiene! ¡cómo brinca en la copa!
¡qué bien entra!
32 Pero, a la postre, como serpiente muerde, como víbora pica.
33 Tus ojos verán cosas extrañas, y tu corazón hablará sin ton ni son.
34 Estarás como acostado en el corazón del mar, o acostado en la
punta de un mástil.
35 «Me han golpeado, pero no estoy enfermo; me han tundido a palos,
pero no lo he sentido, ¿Cuándo me despertaré...?, me lo
seguiré
preguntando.»