...la Biblia de Jerusalén
Proverbios 24, 21-32
21 Teme, hijo mío, a Yahveh y al rey, no te relaciones con los
innovadores,
22 porque al instante surgirá su calamidad, y ¿quién sabe el castigo
que pueden ambos dar?
23 También esto pertenece a los sabios: Hacer acepción de personas
en el juicio no está bien.
24 Al que dice al malo: «Eres justo», le maldicen los pueblos y le
detestan las naciones;
25 los que los castigan, viven felices, y viene sobre ellos la bendición
del bien.
26 Besa en los labios, el que responde con franqueza.
27 Ordena tus trabajos de fuera y prepara tus faenas en el campo; y
después puedes construirte tu casa.
28 No des testimonio, en vano, contra tu prójimo, ni engañes con tus
labios.
29 No digas: «Como él me ha hecho a mí, le haré yo a él, daré a cada
uno según sus obras.»
30 He pasado junto al campo de un perezoso, y junto a la viña de un
hombre insensato,
31 y estaba todo invadido de ortigas, los cardos cubrían el suelo,
la
cerca de piedras estaba derruída.
32 Al verlo, medité en mi corazón, al contemplarlo aprendí la lección: