...la Biblia de Jerusalén
Proverbios 25, 4-23
4 Quita las escorias de la plata, y quedará enteramente pura;
5 quita al malo de delante del rey, y su trono se afianzará en la justicia.
6 No te des importancia ante el rey, no te coloques en el sitio de los
grandes;
7 porque es mejor que te digan: «Sube acá», que ser humillado delante
del príncipe. Lo que han visto tus ojos,
8 no te apresures a llevarlo a juicio; pues ¿qué harás a la postre cuando
tu prójimo te confunda?
9 Defiende tu causa contra tu prójimo, pero no descubras los secretos
de otro,
10 no sea que el que lo oye te avergüence, y que tu difamación no
tenga vuelta.
11 Manzanas de oro con adornos de plata, es la palabra dicha a
tiempo.
12 Anillo de oro, o collar de oro fino, la reprensión sabia en oído
atento.
13 Como frescor de nieve el día de la siega el mensajero leal, para el
que lo envía: conforta el ánimo de su señor.
14 Nubes y viento, pero no lluvia, el hombre que se jacta de que va a
hacer un regalo, pero miente.
15 Con paciencia se persuade al juez, una lengua dulce quebranta los
huesos.
16 ¿Has hallado miel?, come lo que necesites; no llegues a hartarte y
la vomites.
17 Pon tu pie pocas veces en casa del vecino, no sea que se hastíe y te
aborrezca.
18 Martillo, espada, flecha aguda: es el hombre que da testimonio
falso contra su prójimo.
19 Diente roto, pie titubeante: la confianza en el pérfido, el día de la
angustia,
20 como quitar el vestido en día helado. Poner vinagre sobre salitre, es
cantar canciones a un corazón triste.
21 Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer, si tiene sed, dale de
beber;
22 así amontonas sobre su cabeza brasas y Yahveh te dará
la
recompensa.
23 El viento norte trae la lluvia, la lengua que disimula, rostros
airados.