...la Biblia de Jerusalén
Proverbios 26, 10-25
10 Como arquero que a todos hiere, es el que toma a sueldo al necio y
al borracho que pasan.
11 Como el perro vuelve a su vómito, vuelve el necio a su insensatez.
12 ¿Has visto a un hombre que se cree sabio? Más se puede esperar de
un necio que de él.
13 Dice el perezoso: «¡Un león en el camino! ¡Un león en la plaza!»
14 La puerta gira en los goznes, y el perezoso en la cama.
15 El perezoso hunde la mano en el plato; pero le fatiga llevarla a la
boca.
16 El perezoso se tiene por más sabio que siete personas
que
responden con tacto.
17 Agarra por las orejas a un perro que pasa el que se mete en litigio
que no le incumbe.
18 Como un loco que arroja saetas escondidas, flechas y muerte,
19 tal es el hombre que engaña a su prójimo, y dice: «¿No ves que
estaba bromeando?»
20 Cuando se acaba la leña, se apaga el fuego, cuando no hay
chismoso, se apacigua la disputa.
21 Carbón sobre brasas y leña sobre fuego, es el pleiteador para atizar
querellas.
22 Las palabras del delator son golosinas que bajan hasta el fondo de
las entrañas.
23 Plata con escorias esmaltada sobre arcilla, son los labios dulces con
corazón perverso.
24 El que odia, disimula con sus labios, pero en su interior comete
perfidia;
25 si da a su voz un tono amable, no te fíes, porque hay siete
abominaciones en su corazón.