...la Biblia de Jerusalén
Proverbios 28, 13-28
13 Al que encubre sus faltas, no le saldrá bien; el que las confiesa y
abandona, obtendrá piedad.
14 Dichoso el hombre que siempre está en temor; el que endurece su
corazón caerá en el mal.
15 León rugiente, oso hambriento, es el malo que domina al pueblo
débil.
16 Príncipe sin inteligencia multiplica la opresión, el que odia el lucro
prolongará sus días.
17 El hombre culpable de una muerte huirá hasta la tumba; ¡que nadie
le detenga!
18 El que anda sin tacha será salvo, el que va oscilante entre dos
caminos, caerá en uno de ellos.
19 Quien cultiva su tierra se hartará de pan, quien va tras naderías, se
hartará de pobreza.
20 El hombre leal será muy bendecido, quien se hace rico aprisa, no
quedará impune.
21 No es bueno hacer acepción de personas, que por un bocado de pan
el hombre prevarica.
22 El hombre de malas intenciones corre tras la riqueza, sin saber que
lo que le viene es la indigencia.
23 El hombre que reprende halla al cabo más gracia que el de lengua
aduladora.
24 El que roba a su padre y a su madre y dice: «No hay en ello falta»,
es compañero del hombre destructor.
25 El hombre ambicioso azuza querellas, el que confía en Yahveh
prosperará.
26 El que confía en su corazón es un necio, el que anda con sabiduría
se salvará.
27 El que da a los pobres no conocerá la indigencia, para el que
se
tapa los ojos abundante maldición.
28 Cuando se alzan los malos, todos se esconden, cuando perecen, los
justos se multiplican.