...la Biblia de Jerusalén
Proverbios 7, 5-18
5 para que te guarde de la mujer ajena, de la extraña de palabras
melosas.
6 Estaba yo a la ventana de mi casa y miraba a través de las celosías,
7 cuando ví, en el grupo de los simples, distinguí entre los muchachos
a un joven falto de juicio:
8 pasaba por la calle, junto a la esquina donde ella vivía, iba camino
de su casa,
9 al atardecer, ya oscurecido, en lo negro de la noche y de las sombras.
10 De repente, le sale al paso una mujer, con atavío de ramera y
astucia en el corazón.
11 Es alborotada y revoltosa, sus pies nunca paran en su casa.
12 Tan pronto en las calles como en las plazas, acecha por todas las
esquinas.
13 Ella lo agarró y lo abrazó, y desvergonzada le dijo:
14 «Tenía que ofrecer un sacrificio de comunión y hoy he cumplido
mi voto;
15 por eso he salido a tu encuentro para buscarte en seguida; y va te he
encontrado.
16 He puesto en mi lecho cobertores policromos, lencería de Egipto,
17 con mirra mi cama he rociado, con áloes y cinamomo.
18 Ven, embriaguémonos de amores hasta la mañana, solacémonos los
dos, entre caricias.