...la Biblia de Jerusalén
Proverbios 8, 30-35
30 yo estaba allí, como arquitecto, y era yo todos los días su delicia,
jugando en su presencia en todo tiempo,
31 jugando por el orbe de su tierra; y mis delicias están con los hijos
de los hombres.»
32 «Ahora pues, hijos, escuchadme, dichosos los que guardan mis
caminos.
33 Escuchad la instrucción y haceos sabios, no la despreciéis.
34 Dichoso el hombre que me escucha velando ante mi puerta cada
día, guardando las jambas de mi entrada.
35 Porque el que me halla, ha hallado la vida, ha logrado el favor de
Yahveh.