Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Proverbios 8, 32-36

32 «Ahora pues, hijos, escuchadme, dichosos los que guardan mis
caminos.

33 Escuchad la instrucción y haceos sabios, no la despreciéis.

34 Dichoso el hombre que me escucha velando ante mi puerta cada
día, guardando las jambas de mi entrada.

35 Porque el que me halla, ha hallado la vida, ha logrado el favor de
Yahveh.

36 Pero el que me ofende, hace daño a su alma; todos los que me
odian, aman la muerte.»