21 Que si Dios no perdonó a las ramas naturales, no sea que tampoco
a ti te perdone.
22 Así pues, considera la bondad y la severidad de Dios: severidad
con los que cayeron, bondad contigo, si es que te mantienes en la bondad;
que si no, también tú serás desgajado.
23 En cuanto a ellos, si no se obstinan en la incredulidad, serán
injertados; que poderoso es Dios para injertarlos de nuevo.
24 Porque si tú fuiste cortado del olivo silvestre que eras
por
naturaleza, para ser injertado contra tu natural en un olivo cultivado, ¡con
cuánta más razón ellos, según su naturaleza, serán injertados en su propio
olivo!
25 Pues no quiero que ignoréis, hermanos, este misterio, = no sea que
presumáis de sabios: = el endurecimiento parcial que sobrevino a
Israel
durará hasta que entre la totalidad de los gentiles,