4 ¡De ningún modo! Dios tiene que ser veraz y = todo hombre
mentiroso, = como dice la Escritura: = Para que seas justificado en
tus
palabras y triunfes al ser juzgado. =
5 Pero si nuestra injusticia realza la justicia de Dios, ¿qué
diremos?
¿Será acaso injusto Dios al descargar su cólera? (Hablo en términos
humanos.)
6 ¡De ningún modo! Si no, ¿cómo juzgará Dios al mundo?
7 Pero si con mi mentira sale ganando la verdad de Dios para gloria
suya ¿por qué razón soy también yo todavía juzgado como pecador?
8 Y ¿por qué no hacer el mal para que venga el bien, como algunos
calumniosamente nos acusan que decimos? Esos tales tienen merecida su
condenación.
9 Entonces ¿qué? ¿Llevamos ventaja? ¡De ningún modo!
10 Pues ya demostramos que tanto judíos como griegos están bajo el
pecado, como dice la Escritura: = No hay quien sea justo, ni siquiera uno
solo. =
11 = No hay un sensato, no hay quien busque a Dios. =
12 = Todos se desviaron, a una se corrompieron; no hay quien obre el
bien, no hay siquiera uno. =
13 = Sepulcro abierto es su garganta, con su lengua urden engaños.
Veneno de áspides bajo sus labios; =
14 = maldición y amargura rebosa su boca. =
15 = Ligeros sus pies para derramar sangre; =
16 = ruina y miseria son sus caminos. =
17 = El camino de la paz no lo conocieron, =
18 = no hay temor de Dios ante sus ojos. =
19 Ahora bien, sabemos que cuanto dice la ley lo dice para los que
están bajo la ley, para que toda boca enmudezca y el mundo entero
se
reconozca reo ante Dios,
20 ya que = nadie será justificado ante él = por las obras de la
ley,
pues la ley no da sino el conocimiento del pecado.
21 Pero ahora, independientemente de la ley, la justicia de Dios se ha
manifestado, atestiguada por la ley y los profetas,
22 justicia de Dios por la fe en Jesucristo, para todos los que creen -
pues no hay diferencia alguna;
23 todos pecaron y están privados de la gloria de Dios -
24 y son justificados por el don de su gracia, en virtud de la redención
realizada en Cristo Jesús,
25 a quien exhibió Dios como instrumento de propiciación por su
propia sangre, mediante la fe, para mostrar su justicia, habiendo pasado por
alto los pecados cometidos anteriormente,