4 la paciencia, virtud probada; la virtud probada, esperanza,
5 y la esperanza no falla, porque el amor de Dios ha sido derramado
en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado.
6 En efecto, cuando todavía estábamos sin fuerzas, en el tiempo
señalado, Cristo murió por los impíos; -
7 en verdad, apenas habrá quien muera por un justo; por un hombre de
bien tal vez se atrevería uno a morir -;
8 mas la prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros
todavía pecadores, murió por nosotros.
9 ¡Con cuánta más razón, pues, justificados ahora por su sangre,
seremos por él salvos de la cólera!
10 Si cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la
muerte de su Hijo, ¡con cuánta más razón, estando ya reconciliados,
seremos salvos por su vida!
11 Y no solamente eso, sino que también nos gloriamos en Dios, por
nuestro Señor Jesucristo, por quien hemos obtenido ahora la reconciliación.
12 Por tanto, como por un solo hombre = entró el pecado en el mundo
= y por el pecado la muerte y así la muerte alcanzó a todos los hombres, por
cuanto todos pecaron;
13 - porque, hasta la ley, había pecado en el mundo, pero el pecado no
se imputa no habiendo ley;
14 con todo, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés aun sobre
aquellos que no pecaron con una transgresión semejante a la de Adán,
el
cual es figura del que había de venir...
15 Pero con el don no sucede como con el delito. Si por el delito de
uno solo murieron todos ¡cuánto más la gracia de Dios y el don otorgado
por la gracia de un solo hombre Jesucristo, se han desbordado sobre todos!
16 Y no sucede con el don como con las consecuencias del pecado de
uno solo; porque la sentencia, partiendo de uno solo,
lleva a la
condenación, mas la obra de la gracia, partiendo de muchos delitos,
se
resuelve en justificación.
17 En efecto, si por el delito de uno solo reinó la muerte por un solo
hombre ¡con cuánta más razón los que reciben en abundancia la gracia y el
don de la justicia, reinarán en la vida por un solo, por Jesucristo!
18 Así pues, como el delito de uno solo atrajo sobre todos los hombres
la condenación, así también la obra de justicia de uno solo procura toda la
justificación que da la vida.
19 En efecto, así como por la desobediencia de un solo hombre, todos
fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno
solo
todos serán constituidos justos.
20 La ley, en verdad, intervino para que abundara el delito; pero
donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia;