Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Romanos 9, 2-16

2 siento una gran tristeza y un dolor incesante en el corazón.

3 Pues desearía ser yo mismo anatema, separado de Cristo, por mis
hermanos, los de mi raza según la carne,

4 - los israelitas -, de los cuales es la adopción filial, la
gloria, las
alianzas, la legislación, el culto, las promesas,

5 y los patriarcas; de los cuales también procede Cristo según la carne,
el cual está por encima de todas las cosas, Dios bendito por los
siglos.
Amén.

6 No es que haya fallado la palabra de Dios. Pues no todos los
descendientes de Israel son Israel.

7 Ni por ser descendientes de Abraham, son todos hijos. Sino que =

«por Isaac llevará tu nombre una descendencia»; =

8 es decir: no son hijos de Dios los hijos según la carne, sino que los
hijos de la promesa se cuentan como descendencia.


9 Porque éstas son las palabras de la promesa: = «Por este tiempo
volveré; y Sara tendrá un hijo.» =

10 Y más aún; también Rebeca concibió de un solo hombre, nuestro
padre Isaac;

11 ahora bien, antes de haber nacido, y cuando no habían hecho ni
bien ni mal - para que se mantuviese la libertad de la elección divina,

12 que depende no de las obras sino del que llama - le fue dicho
a
Rebeca: = El mayor servirá al menor, =

13 como dice la Escritura: = Amé a Jacob y odié a Esaú. =

14 ¿Qué diremos, pues? ¿Que hay injusticia en Dios? ¡De ningún
modo!

15 Pues dice él a Moisés: = Seré misericordioso con quien lo sea: me
apiadaré de quien me apiade. =

16 Por tanto, no se trata de querer o de correr, sino de que Dios tenga
misericordia.