...la Biblia de Jerusalén
Romanos 9, 8-16
8 es decir: no son hijos de Dios los hijos según la carne, sino que los
hijos de la promesa se cuentan como descendencia.
9 Porque éstas son las palabras de la promesa: = «Por este tiempo
volveré; y Sara tendrá un hijo.» =
10 Y más aún; también Rebeca concibió de un solo hombre, nuestro
padre Isaac;
11 ahora bien, antes de haber nacido, y cuando no habían hecho ni
bien ni mal - para que se mantuviese la libertad de la elección divina,
12 que depende no de las obras sino del que llama - le fue dicho
a
Rebeca: = El mayor servirá al menor, =
13 como dice la Escritura: = Amé a Jacob y odié a Esaú. =
14 ¿Qué diremos, pues? ¿Que hay injusticia en Dios? ¡De ningún
modo!
15 Pues dice él a Moisés: = Seré misericordioso con quien lo sea: me
apiadaré de quien me apiade. =
16 Por tanto, no se trata de querer o de correr, sino de que Dios tenga
misericordia.