14 A la hora de la comida, Booz le dijo: «Acércate aquí, puedes comer
pan y mojar tu bocado en el vinagre.» Ella se sentó junto a los segadores, y
él le ofreció un puñado de grano tostado. Comió ella hasta saciarse y aun le
sobró.
15 Cuando se levantó ella para seguir espigando, Booz ordenó a sus
criados: «Dejadla espigar también entre las gavillas y no la molestéis.
16 Sacad incluso para ella espigas de las gavillas y dejadlas caer para
que las espigue, y no la riñáis.»
17 Estuvo espigando en el campo hasta el atardecer y, cuando
desgranó lo que había espigado, había como una medida de cebada.
18 Ella se lo llevó y entró en la ciudad, y su suegra vio lo que había
espigado. Sacó lo que le había sobrado después de haberse saciado y se lo
dio.