15 Cuando se levantó ella para seguir espigando, Booz ordenó a sus
criados: «Dejadla espigar también entre las gavillas y no la molestéis.
16 Sacad incluso para ella espigas de las gavillas y dejadlas caer para
que las espigue, y no la riñáis.»
17 Estuvo espigando en el campo hasta el atardecer y, cuando
desgranó lo que había espigado, había como una medida de cebada.
18 Ella se lo llevó y entró en la ciudad, y su suegra vio lo que había
espigado. Sacó lo que le había sobrado después de haberse saciado y se lo
dio.
19 Su suegra le dijo: «¿Dónde has estado espigando hoy y qué has
hecho? ¡Bendito sea el que se ha fijado en ti!» Ella contó a su suegra con
quién había estado trabajando y añadió: «El hombre con quien he trabajado
hoy se llama Booz.»
20 Noemí dijo a su nuera: «Bendito sea Yahveh que no deja de
mostrar su bondad hacia los vivos y los muertos.» Le dijo Noemí:
«Ese
hombre es nuestro pariente, es uno de los que tienen derecho de
rescate
sobre nosotros.»