Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Rut 3, 2-14

2 Ahora bien: ¿Acaso no es pariente nuestro aquel Booz con cuyos
criados estuviste? Pues mira: Esta noche estará aventando la cebada en la
era.

3 Lávate, perfúmate y ponte encima el manto, y baja a la era; que no te
reconozca ese hombre antes que acabe de comer y beber.

4 Cuando se acueste, mira el lugar en que se haya acostado, vas,
descubres un sitio a sus pies y te acuestas; y él mismo te indicará lo que
debes hacer.»

5 Ella le dijo: «Haré cuanto me has dicho.»

6 Bajó a la era e hizo cuanto su suegra le había mandado.

7 Booz comió y bebió y su corazón se puso alegre. Entonces fue a
acostarse junto al montón de cebada. Vino ella sigilosamente, descubrió un
sitio a sus pies y se acostó.

8 A media noche sintió el hombre un escalofrío, se volvió y notó que
había una mujer acostada a sus pies.

9 Dijo: «¿Quien eres tú?», y ella respondió: «Soy Rut tu sierva.
Extiende sobre tu sierva el borde de tu manto, porque tienes derecho
de
rescate.»

10 El dijo: «Bendita seas de Yahveh, hija mía; tu último acto de
piedad filial ha sido mejor que el primero, porque no has pretendido
a
ningún joven, pobre o rico.

11 Y ahora, hija mía, no temas; haré por ti cuanto me digas, porque
toda la gente de mi pueblo sabe que tú eres una mujer virtuosa.

12 Ahora bien: es verdad que tengo derecho de rescate, pero hay un
pariente más cercano que yo con derecho de rescate.

13 Pasa aquí esta noche, y mañana, si él quiere ejercer su derecho, que
lo ejerza; y si no quiere, yo te rescataré, ¡vive Yahveh! Acuéstate hasta el
amanecer.»

14 Se acostó ella a sus pies hasta la madrugada; se levantó él a la hora
en que todavía un hombre no puede reconocer a otro, pues se decía: «Que
no se sepa que la mujer ha venido a la era.»