3 Lávate, perfúmate y ponte encima el manto, y baja a la era; que no te
reconozca ese hombre antes que acabe de comer y beber.
4 Cuando se acueste, mira el lugar en que se haya acostado, vas,
descubres un sitio a sus pies y te acuestas; y él mismo te indicará lo que
debes hacer.»
5 Ella le dijo: «Haré cuanto me has dicho.»
6 Bajó a la era e hizo cuanto su suegra le había mandado.
7 Booz comió y bebió y su corazón se puso alegre. Entonces fue a
acostarse junto al montón de cebada. Vino ella sigilosamente, descubrió un
sitio a sus pies y se acostó.
8 A media noche sintió el hombre un escalofrío, se volvió y notó que
había una mujer acostada a sus pies.