10 y de que adquiero también a Rut la moabita, la que fue mujer de
Kilyón, para que sea mi mujer a fin de perpetuar el nombre del difunto en
su heredad y que el nombre del difunto no sea borrado entre sus hermanos y
en la puerta de su localidad. Vosotros sois hoy testigos.»
11 Toda la gente que estaba en la puerta y los ancianos respondieron:
«Somos testigos. Haga Yahveh que la mujer que entra en tu casa sea como
Raquel y como Lía, las dos que edificaron la casa de Israel. Hazte poderoso
en Efratá y sé famoso en Belén.