11 Guardaos, pues, de murmuraciones inútiles, preservad vuestra
lengua de la maledicencia; que la palabra más secreta no se pronuncia en
vano, y la boca mentirosa da muerte al alma.
12 No os busquéis la muerte con los extravíos de vuestra, vida, no os
atraigáis la ruina con las obras de vuestras manos;