12 le preservó de sus enemigos y le protegió de los que le tendían
asechanzas; y le concedió la palma en un duro combate para enseñarle que
la piedad contra todo prevalece.
13 Ella no desamparó al justo vendido, sino que le libró del pecado;
14 bajó con él a la cisterna y no le abandonó en las cadenas,
hasta
entregarle el cetro real y el poder sobre sus tiranos,
hasta mostrar
mentirosos a sus difamadores y concederle una gloria eterna.